¡Ay Luna!


Me asomo a la ventana...
miro la luna
ella mi mira fijamente...
y le pregunto...
¿ por qué me miras tanto?


La luna me responde...
leo tus pensamientos...
tus sentimientos ...
se fué tu amor...
para siempre
¡Cuánto sufrimiento!

Entro por tu ventana...
noto tu dolor...
cuan larga se te hace la noche...
recuerdas su voz... tu amor...
duerme... descansa...
él... está tranquilo.

Ay luna... luna...
no me dijo adiós...
sólo... me miró...
ay de mi...
¡cuánto sufrí!

Todo pasó si...
pero... no olvido
lo vivido... lo sufrido...
él... nunca me dijo:
"Te quiero"

Quizá... nunca lo hizo...
no importa...
yo si le quise...
le amé...
le adoré...
y ésto... me hace
muy féliz.

Ay luna...
¿Por qué me miras tanto?

Dedicado a Agustín, de su esposa.
María