Me levanto por la mañana, me ducho, me pongo mi crema favorita, la que huele a pasión, estoy decidida, voy a por ti, voy hacerte mío, alguien tiene que dar el primer paso y soy yo la valiente, no dudo… voy directa, mi ropa interior es exquisita… me hace un cuerpo precioso, deja entrever todo mi ser.

Me monto en mi coche, llego a tu dirección, a tu casa, está la puerta del portal abierta, entro sin ningún problema, subo en el ascensor hasta el tercero, mis piernas no tiemblan, me dirijo a tu puerta, a tu piso, llamo al timbre, me contestas ¿Quién es? yo digo mi nombre, abres y tu cara denota sorpresa, pronto cambias, no quieres que me dé cuenta de ello, o, puede que estén tus compañeros en casa y no quieres que se enteren, me abres una puerta, la primera a la izquierda, claro depende de la situación, para mí, era la izquierda, para ti, la derecha, me invitas a entrar, es tu habitación… tu dormitorio, la miro con rapidez, no quiero que te des cuenta que la observo, tu nervioso te diriges a la ventana, miras… será costumbre… precaución… no sé… quizá temes que alguien me haya seguido.

Vas vestido con albornoz oscuro, gris… azul… no distingo bien el color, está bastante usado, has llegado de trabajar, no te he dado tiempo de nada, quizá estabas en la cama y te he levantado, no se…

Estoy parada en medio de la habitación… te miro como diciendo… bueno ¿qué?... me acerco y te rodeo con mis brazos, me sonrío y te doy un beso, no estás seguro, algo te pasa, quizá estés cansado… no me dices nada… te has pasado la noche en vela… quizá bebiendo o… con alguna.

Poco a poco te vas calmando, ¿será tu edad? Eres muy joven, yo soy mayor que tu, solo diez añitos, eso no quiere decir nada. Vuelvo acercarme, empiezo a besarte pausadamente, lentamente, vas cayendo en mis redes, vas haciéndote mío, eres mi niño… seguimos igual… vestidos.

Nos sentamos en la cama… sigo haciéndote caricias, calmándote… empiezas a quitarme el niki, la falda me la quito yo, ya estoy en ropa interior, mi piel reluciente… morena te dice… cómeme… bésame… me quitas el sujetador mis pechos te llaman la atención… juegas con ellos… tus manos van para todos los sitios, ya estas desfogado… te quito el albornoz, tu cuerpo alto… robusto… aparece ante mí, nunca antes te había visto, me gustas… me sonrío maliciosamente, estas para comerte enterito… empiezo a ello… te gusta… noto que en la cama te gusta que te dominen, te dejas hacer… he ido dispuesta a todo, me gustas demasiado para no degustarte, eres mi desayuno… mi café bien cargado… fuerte… aromático y negro como a mí me gusta, tus ojos tienen una expresión agradable, entre salido y gozoso, estas contento… aunque con miedo, por desgracia algún día descubriré por qué es ese miedo.

Beso tus ojos que tanto me gustan, negros como el azabache, acaricio tu cuerpo… mis manos recorren todo tu ser, ya estas siendo mío… quizá pienses en otra… pero yo soy quien te tiene en esos momentos.

Te introduzco en mi, tu cara expresa tu excitación… tus ganas de tenerme… yo suspiro pausadamente… pensando mío… eres mío… nunca me olvidaras…este día siempre lo recordaras por una, u otra causa.

Cabalgo lentamente… sin dejar de mirarte… tus manos no saben dónde acudir… quieres tenerme toda… soy pequeñita… de bolsillo y con tu cuerpo me abarcas entera, tus brazos me rodean… tus manos acarician mi cuerpo… tu boca busca mi boca… mis pechos… todo…lo pruebas todo.

Me quito te dejo que te pongas al rojo vivo conmigo, ahora eres tú quien me coge y me haces tuya… hacemos mil posturas. El final se acerca… entre el cansancio y la temperatura de los dos, el termómetro ha subido a mas de cien, estamos hirviendo… poco importa si hay alguien en casa.

La respiración es rápida, denota placer… estasis… el final llega y se oye un placer exagerado de los dos, ninguno de somos conscientes de ello, solo sabemos que estamos disfrutando a tope y no podemos callar, ha sido mucho tiempo el que hemos esperado este momento, como para ahora ahogar el placer que sentimos.

Sigo contigo… sigo disfrutando de ti… pero el cansancio te vence, tengo que marchame… a mí me esperan y tu… tienes que descansar.

Este día nunca lo olvidaré… recuerdo cada mirada… cada rincón de la habitación donde te tuve… donde disfruté de ti… donde no me esperabas… está cada segundo en mi cabeza grabado.

Lo recuerdas tu? Si tu… sé que me estás leyendo… ¿fue así? o… ¿estoy equivocada?